Ponte en nuestros zapatos – el apoyo invaluable de las mujeres

En la entrega pasada de esta columna abordamos el concepto de ser una persona Aliada de la diversidad sexual y las razones por las que surgen.

Mencioné que un “aliado es una persona que muy probablemente no sea Lesbiana, Gay, Bisexual o Trans, pero que por diferentes razones está abierta a socializar, entender, comprender, apoyar y tratar equitativamente a quienes si lo somos”.

Si pudiera hacer un censo de las aliadas que he conocido en estos años de trabajo con temas relacionados a la diversidad sexual, sin duda el número más grande lo conformarían las mujeres heterosexuales.

En ellas he descubierto una gran sensibilidad y apertura de escuchar sobre las diferentes situaciones que vive diariamente una persona LGBT. Claro que no todas las mujeres heterosexuales tienen esta apertura. Lo aclaro de una vez, ya que los antecedentes educativos, sociales, familiares, religiosos y hasta políticos, no les dan esta habilidad por arte de magia.

Cayendo en estereotipos, las mujeres son las que en su mayoría ocupan los puestos relacionados con las áreas de Recursos Humanos, Desarrollo Institucional o Cultura Corporativa. Espacios donde también se habla de los temas de equidad de género, no discriminación y procedimientos organizacionales. Son quienes recepcionan y trabajan con las denuncias y quejas entre compañeros y compañeras de trabajo cuando las relaciones diarias se salen de las normas corporativas.

Son ellas quienes nos han abierto la puerta. Es más fácil que ellas entiendan una situación de discriminación o acoso. Ellas que han vivido esos días en los que no “puedes ser quien eres” libremente. Estas aliadas tienen una mayor sensibilidad de ponerse en los zapatos de una persona LGBT.

Son ellas quienes también han movilizado el tema internamente en las empresas y usualmente se tienen que enfrentar a un “hombre” en los procesos de autorización interna para poder avanzar en pro de la equidad en sus empresas y diariamente siguen experimentando la diferencia creada por género en nuestro país.

En cualquier reunión de trabajo donde se discuten estos temas de diversidad sexual e inclusión laboral, los grupos preponderantes son los hombres gays y las mujeres heterosexuales. Les debemos mucho del avance y logros en México sobre la visibilización, aceptación e inclusión del tema LGBT en las empresas, en alianza con muchos hombres gays que han dado la cara desde la parte de los empleados a nombre de compañeros y compañeras que se han beneficiado de estas buenas prácticas.

Pero ¿dónde están las mujeres lesbianas? Aún no tengo esta respuesta, sabemos que están trabajando por igual en las filas de las empresas, no importando del tamaño que sean, pero han decidido seguir en un anonimato o con menor visibilidad y es aún más difícil que se sumen a un trabajo comunitario al interior. En los eventos públicos son la minoría, pero cuando deciden estar al frente, sin duda su aporte es extraordinario.

Hay una gran tarea de reflexión, análisis e investigación para poder generar espacios seguros para que una mujer en nuestro país, en los centros laborales, pueda decir abiertamente de entrada, que no es heterosexual. A pesar de que muchas expresen su identidad de género de maneras menos convencionales. Que su diario vestir sea “menos femenino”, que son mucho más discretas en cuanto a compartir su vida personal. Quizás muchas han tenido una pareja del sexo opuesto y ahora tengan una del mismo, con o sin hijos. Es mi parecer que el enfrentarse diariamente al estigma de cumplir los estándares sociales es mucho más pesado para ellas que para nosotros.

Desde mi visor privilegiado, como hombre gay cisgénero, observo que las mujeres lesbianas son muy precavidas, celosas de su vida personal y menos adeptas a la visibilidad que tenemos los hombres gays en algunas zonas de la Ciudad de México. Es más fácil para ellas invisibilizarse al ir de la mano de su “mejor amiga”.  Pero también, cuando hay una conexión personal, son las más involucradas, las más tenaces, las mejores analíticas y propositivas.

Gracias amigas heterosexuales. Y a nuestras colegas lesbianas: ¡necesitamos más de ustedes para generar estos cambios!

 

Inclusión laboral y diversidad sexual

Francisco Robledo

ADIL Diversidad e Inclusión Laboral  – Socio Fundador

@pacorobledo  / francisco@adilmexico.com

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